El Atlético empieza a coger la velocidad de crucero. Después de algunos partidos demasiado discretos para el nivel de esta plantilla, el cuadro rojiblanco parece que empieza a encajar todas sus piezas. Prescindió esta vez de Julián Álvarez en el once, el gran fichaje de la temporada, y el plan le salió a la perfección.
Gallagher, Griezmann, el que está siempre se fiche a quien se fiche, y el propio Julián Álvarez, que picó por vez primera, comandaron un triunfo que confirma las buenas sensaciones. Otra vez la portería a cero y otra vez generando muchas ocasiones como para golear. La única nota negativa fue la puntería de Sorloth. El noruego dispuso de opciones para llevarse incluso la pelota a casa, pero no hubo forma. Mamardashvili tampoco ayudó.
Eso sí, ni el mejor partido del guardameta georgiano iba a evitar que el Valencia se fuera de vacío del Metropolitano. Ya desde un inicio, el duelo parecía que iba a durar hasta que el Atlético afinara para abrir la lata. Un nombre iba a aparecer por encima del resto: Sorloth. Al ariete no se le puede achacar que no lo intentara, pero si el cuadro rojiblanco tuvo que esperar casi al descanso para empezar a encarrilar la victoria fue porque al noruego le dio por estirar el chicle.
Tuvo la primera de cabeza bordeando el minuto diez de encuentro, pero las dos más clamorosas llegaron un poco más tarde. Javi Guerra cedió atrás sin mirar, dejando a Sorloth totalmente solo ante Mamardashvili. Pero el ‘9’ no estuvo nada acertado. El georgiano se hizo inmenso y, a la segunda oportunidad, tampoco pudo batirlo. Remaba y remaba el Atlético, ante un Valencia demasiado metido atrás con el bloque bajo. Sin ni siquiera hacer el intento de ir a la contra.
Gallagher, tras un pase con música de De Paul
Y así, es complicado sobrevivir en el Metropolitano. El cuadro rojiblanco lo puso todo para hacer el primero y Gallagher, estrenando su marcador particular, fue el encargado de hacer lo que no había hecho Sorloth. Eso sí, tuvo la ayuda inestimable de De Paul. El argentino le puso un pase con música al corazón del área y el inglés, llegador natural, batió a Mamardashvili como mandan los cánones. Justo antes del descanso, cuando duele.
En la reanudación, el Valencia parecía querer cambiarle la cara al partido. Javi Guerra, que casi ‘mataba’ a su equipo en la primera mitad, a punto estuvo de empatar el encuentro con un voleón desde la frontal del área que lamió la portería que defendía Oblak. Sin embargo, el Atlético iba a hacer más sangre apenas tres minutos después. Fallaba Guerra, no así Griezmann. El francés, más listo que nadie, se sirvió de un cabezazo inofensivo de Samu Lino para llevarla a guardar. Simeone ya tenía el partido donde quería, así que había que hacer algún que otro cambio pensando ya en la Champions y en el calendario que viene. Y así fue.
Giménez pudo meter el tercero mientras los Julián Álvarez, Correa y compañía empezaban a hacer de las suyas. El Atlético tenía el encuentro totalmente controlado, a la espera de que el colegiado decretara el final. El Valencia hizo pocos amagos para cambiarle la cara al partido. Un solo tanto metía al conjunto che en la lucha por los puntos, pero no hubo forma. El Atlético cerró bien sus filas y dejó que la dupla argentina hiciera estragos a la contra.
Con el partido totalmente muerto, Julián Álvarez se sumó a la fiesta y cerró la goleada. Cabalgó Roro Riquelme, otro que entró de refresco, por banda izquierda y su centro atrás lo recogió el exdelantero del Manchester City. Primer gol como rojiblanco. Una fiesta total para un Atlético que encara la Champions con plenas garantías.
